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LA MALEDICENCIA, LA CALUMNIA Y EL CHISME.

Updated: Jan 14, 2020


Lecciones de moralidad masónica,

la emisión de juicios, hablar de los demás es una práctica común, incluso aunque se tenga muy poca base y no tengamos argumentos, emitimos juicios en contra de las personas sólo por simples sospechas o por comentarios aislados, generados, muchas por personas rencorosas y frustradas que se sienten aliviadas hablando mal de los demás.

Primeramente definamos algunos términos que debemos tener bien en claro:

De acuerdo al diccionario de la real academia de la lengua española, maledicencia es la acción o el hábito de hablar en perjuicio de alguien denigrándolo. La calumnia es aquella acusación falsa hecha con el propósito de causar daño. El chisme se define como una noticia verdadera o falsa con que se murmura o se pretende difamar a una persona o en muchos casos a una institución.

La envidia es la tristeza causada en uno por el bienestar de otro. Envidia es agriarse la vida porque alguién la está pasando mejor que uno, lo que sea que esto signifique: más dinero, fama, talento, etc.

Veamos la siguiente anécdota:

Un sabio fue visitado por un amigo que se puso a hablar mal de otro amigo del sabio, y este le dijo: “Después de tanto tiempo, me visitas para cometer ante mi tres delitos: primero, procurando que odie a una persona a la que amaba; segundo, preocupándome con tus avisos y haciéndome perder la serenidad; y tercero, acusándote a tí mismo de calumniador y malediciente.”

De la envidia nace el odio, la maledicencia, la calumnia, el chisme y la alegría causada por el mal del prójimo. Tanto puede causar la maledicencia que los libros sagrados de las principales religiones tales como la Biblia, la Torá de los judíos y el Korán de los musulmanes la condenan, así veamos algunos ejemplos:

--"Hermanos, no murmuréis los unos de los otros, El que murmura del hermano y juzga a su hermano, murmura de la ley y juzga a la ley; pero si tú juzgas a la ley, no eres hacedor de la ley, sino juez.”--... (Santiago 4:11)

--”Uno solo es el dador de la ley, que puede salvar y perder; pero tú, ¿quién eres para que juzgues a otro.”?--... (Santiago 4:12)

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--”Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia.”-- (Efesios 4:31)

--”Aquellos que amamos la vida y queremos ver días buenos, tenemos que refrenar nuestra lengua de hablar mal de los demás y de decir calumnias.”-- (Pedro 3:10)

--”La muerte y la vida están en poder de la lengua.”-- (Torá, Mishei 18, 21)

--”Guarda tu lengua del mal y tus labios de decir mentira; apártate del mal y haz el bien, busca la paz y anda tras ella.”-- (Torá, Tehilim 34,13-15)

--”No difames a los tuyos. (Torá, Vaikrá 19,15)

¿Sabéis quiénes son los peores de vosotros?, “Alah y su mensajero lo saben mejor”, “El peor de vosotros es el que tiene dos caras, el que se presenta ante unos con una cara y ante otros con otra cara”. “A quien tenga dos lenguas en este mundo, Alah le pondrá en la boca el día de la resurrección dos lenguas de fuego”.

Se sabe que el rasgo principal del chisme es la mentira o la verdad dicha a medias, siendo parte importante, el infundio y la calumnia, y si a esto le añadimos que cada oyente, al momento de contárselo a otro, le agrega un poco más de sal de su propia cosecha, nos encontramos con monstruosidades que suelen acabar con el honor y la dignidad de una persona. Lo grave es que increíblemente se usa el chisme contra personas consideradas amigas, actuando con hipocresía y perfidia que nadie entiende.

Los seres humanos somos generalmente egoístas y nos concentramos en nuestros propios problemas, pero cuando se trata de encontrar defectos y hacérselos saber a todo el mundo, ahí sí sabemos centrar la atención en los demás y dejar nuestro Yo de lado. Todos somos expertos en las vidas ajenas.

El daño causado por la maledicencia es muy difícil de reparar. No siempre nos damos cuenta del perjuicio. Se agravia, ofende y calumnia con un desparpajo increíble, si preguntamos a un chismoso de donde ha sacado esas expresiones, responderá: “lo escuché” , “me dijeron”, “se comentó en una conversación”, “me lo contó un amigo”. En muchos casos la maledicencia se basa en afirmaciones sin sentido, pero una vez que han sido pronunciadas causan un daño difícil de reparar.

Los chismes son informaciones deformadas, que tienen un ciclo similar a los rumores: nacen como si fueran seres vivos, se desarrollan y mueren. Incluso pueden reencarnarse con nuevos bríos o hasta con nuevo cuerpo. El chisme es producto de la convivencia social y se aprende con el tiempo, y todos de alguna forma lo hemos practicado.

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Un comentario infundado generalmente está constituido por una serie de mentiras o exageraciones que talvez lleguen a perjudicar a uno o varios individuos, dependiendo de la intención de quien lo genera.

La estructura del chisme lo conforman: el chismoso, el receptor de la habladuría y la víctima de que se habla en forma negativa y sin fundamentos. Esto puede ir desde una simple crítica hasta la invención de toda una historia en torno a un sujeto determinado. O sea, se juega también a intentar cambiar la realidad.

El que murmura hace daño a tres personas, a él mismo, al que escucha sin desmentir al hablante, y a la persona de quien se murmura. Si se tiene algo que reprochar a alguien , él es la primera persona que debería escuchar el reproche, pero lamentablemente por la falta de sinceridad que nos caracteriza, el malediciente se encuentra con el compañero, le sonríe y le saluda con palabras amables y hasta le adula, para después, apenas despedido, comenzar de una manera u otra a hablar mal de él.

En el caso de la calumnia, ésta es considerada como un modo de difamación que destruye a la persona afectada, no solo por las heridas que produce, sino por la dificultad de repararlas. Aunque a uno le importe poco la opinión ajena, la calumnia abre las puertas a la duda. La calumnia tiene su mejor cómplice en el que piensa mal y hace tambalearse hasta las más firmes convicciones acerca de la rectitud o la honradez de una persona. Incluso una vez aclarada la mentira. Se sabe de amistades que han sucumbido al insidioso enredo de las maledicencias deliberadas; el veneno de la calumnia ha roto parejas y ha desmembrado familias, igual que ha provocado divisiones y sembrado discordias irreparables.

Antiguamente el honor y la honra eran los bienes más preciados de las personas y su pérdida se consideraba irrecuperable, y cuando alguien ofendía el honor y la honra de un individuo, esta ofensa se lavaba con sangre generalmente en un duelo. En nuestros días estos conceptos pareciera que han quedado anticuados y lo que ofrecemos es una sociedad en la que todo se puede comprar y vender, donde prima la mediocridad y la falta de valores morales.

Citas famosas sobre el tema:

“Mejor es vivir en el desierto o dormir con una gotera cayéndote en la cara en una noche lluviosa, que convivir con un chismoso”. (Salomon).

“Aunque seas tan casto como el hielo y tan puro como la nieve, no escaparás de la calumnia”

(William Shakespeare).

“Nada se expande tan rápido como la calumnia, nada se lanza con más facilidad, nada se acoge con más presteza ni se difunde más ampliamente” (Cicerón).

“No hay montaña sin niebla ni hay hombre de mérito sin calumniadores” (Proverbio Turco).

“Quién te cuente que alguien te ha insultado diciendo de tí esto y lo otro, es él quien te está insultando!

“Los que propagan el chisme y los que lo escuchan, todos ellos deberían ser colgados: los propagadores por la lengua, y los oyentes por las orejas” (Plauto).

“No hay Santo sin pasado, ni Pecador sin futuro”. (Anónimo).

Si queremos vivir una vida más significativa, debemos buscar la forma de dejar de interesarnos en las vidas ajenas y comenzar a preocuparnos más de nuestrs propias vidas, es decir, dedicarnos a mejorar y a corregir nuestros defectos. !Cuántos males, sufrimientos y rencores serían evitados si hablaramos con sinceridad!.

Existe una plegaria que dice:

“Señor, dadme la gracia de cambiar lo que puede ser cambiado, aceptar lo que no puede serlo, y sabiduría para entender la diferencia”.


Fraternalmente,

R:.H:. Alberto Dulante Pardo Figueroa M:.M:.

G:.L:. de MM:. del Perú

Presentado por: Leonel Zeledón M:.M:.

Bibliografía: Revista Hiram Abif

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